Epidemia vs. Pandemia

El “velocípedo” vuelve cuando los citadinos quieren regresar al oxigeno ¡Todo aburre durante las pestes! El color amarillo de los rostros, la enorme nariz Veneciana para evitar el contagio. Volver a la orilla del mar creyendo que la mar esta vacunada. ¡Buenos Aires! Hasta el viento trae cenizas de la maldita Vaca Muerta. El agua bendita no evita que inventemos que Dios castiga, que una mariposa chocó contra un avionero. La bicisenda de los pecadores ¿Dónde están los baños públicos para los héroes de la pulcritud? ¿Dónde están los perros para olfatear el cáncer que supimos conseguir? ¿Ocurre que los dinosaurios como las bicicletas vuelven hechos millones? La Ucrania de mi madre quiso ser Nueva York y en Rusia volvió Rasputín ¿De qué se tratan los residuos? ¿Por qué nada se pierde? ¿Dónde copula la basura? ¿Y aquel entusiasmo? Están en el celular con el Che fumando un cigarro sin volutas. La esperanza del litio en el monopatín que explota. Otra vez la atómica central atacada por una atómica bomba. El rio amarillo. Por eso vamos con la bicisenda robada. El Paco, residuo para el residuo que lo fuma infectando al dolor, el último olor de lo siniestro. Te veo en la orilla, tal vez nos encontramos caminando… caminando.

Norman Briski

Ilustración: Sam Kerson – Vermont, EEUU.

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