La huerta de la Escuela Valentín Gómez

San Telmo es pequeño y con, relativamente, pocos espacios verdes. Sin embargo fue sorprendente observar que había algunos de ellos utilizados, por las escuelas del barrio, como zonas recreativas y para huerta urbana. Ver esos espacios llenos de verde, con hortalizas y otras plantas comestibles, en plena Av. Independencia nos motivó para creer que se puede hacer mucho en nuestro barrio… sobre todo, darle más verde a esta ciudad aún muy gris…(ojalá que pronto lo común sea ver techos verdes).

Cada vez que cruzábamos esos espacios, pensábamos cómo podríamos ayudar a desarrollar una huerta urbana. Simplemente eran sueños de vecino.

Por esas vueltas de la vida y por medio de El Sol, tuvimos la oportunidad de ponernos en contacto con la Directora de la Escuela “Valentín Gómez” -a través de su bibliotecaria y colaboradora del periódico, Carolina López Scondras-. La ayuda que les propusimos la recibieron con los brazos abiertos, ya que habían tenido un primer año lleno de trámites para poder retener el espacio como un área de trabajos especiales para los docentes, durante el año lectivo. Les llevó bastante tiempo poder transformar ese terreno baldío, en una huerta urbana. Es un espacio muy conspicuo a mitad de cuadra en Av. Independencia al 700, justo frente a la escuela.

A finales de 2013 pudimos comenzar a colaborar con los directivos de la escuela y la tarea fue mejorar las condiciones del espacio, para que las plantas de la huerta pudieran crecer saludablemente. El primer avance logrado fue la construcción de una compostera para reciclar los desechos de comida que generaba la propia escuela (brinda el almuerzo, todos los días), la yerba y otras infusiones y los restos de pasto cortado en el terreno. Este paso es esencial para poder “crear” tierra negra y poder mejorar la calidad de las parcelas de cultivo.

Llegó el verano y los docentes se tomaron su merecido descanso. Nosotros quedamos al cuidado de la huerta durante estos meses que, este año, han sido muy calurosos. El objetivo es aprovechar el receso para poder ponerla en las mejores condiciones posibles, para el ciclo lectivo que comienza en marzo. Seguramente podrán ver los avances, cuando pasen frente al portón verde.

Nos pusimos manos a la obra y, luego del corte de pasto a principios de enero, comenzamos con la tarea de mejorar las camas de cultivo con composta y pasto. Iniciamos el armado de una espiral de plantas aromáticas y estamos planificando la mejora del diseño de terraplenes y caminos de acceso, para que los chicos puedan circular en la huerta sin llenarse de barro (¡Algo que los padres apreciarán mucho!). También deseamos generar una cortina verde -en el portón de entrada- con plantas nativas, para atraer insectos beneficiosos y mariposas (sí, San Telmo tiene más de 5 especies diferentes de mariposas) y, si todo sale bien, armar el riego por goteo. Todo lo estamos haciendo reutilizando los materiales disponibles, en la misma huerta.

 

Somos vecinos, como cualquiera de ustedes, dedicados a esta tarea colaborativa. Cada día que pasamos en la huerta, se nos ocurren nuevas ideas para compartir con los docentes durante el año. Parte de nuestro tiempo libre lo dedicamos a una actividad que nos parece muy útil para todos: darle color y forma a otro espacio verde ganado para el barrio y ayudar a generar pequeños “tesoros” para los chicos de la escuela.

Por supuesto, hay mucho por hacer y ojalá otros vecinos estén dispuestos a colaborar con esta pequeña tarea barrial (por ejemplo, facilitando tierra negra y árboles frutales). Para eso, pueden escribirnos a [email protected] y/o [email protected]

Florencia Pitta / Fabián Rabuffetti