De mascotas: derechos y deberes

Seamos más humanos con animales (y con otros humanos)

Por Dario Mosso

Desde El Sol de San Telmo se sigue el propósito de «envecinar» a los vecinos. En definitiva, humanizar gozosamente nuestros vínculos.

Pues bien, los humanos somos animales «racionales», y solemos convivir (aparte de comerlos), con otros animales. En la vida urbana, debe tenerse en cuenta que tenemos deberes y derechos.

Podemos ser propietarios de un perro o un gato, pero la ley nos exige no maltratar a nuestras mascotas, aunque muchos ignorar que hay penas para ese delito.

¿Y cómo maltratamos a una mascota? Abandonándola a su suerte por largas horas durante el día o la noche. No cuidándola. O, lo que es muy común, no teniendo en cuenta para qué destino está mejor calificada.

Hay perros con los cuales resulta una crueldad tenerlo en un ambiente reducido. Por eso el conocimiento técnico de un veterinario es esencial. Y no es lo mismo un animal de compañía para un anciano, que el animal adecuado cuando hay niños pequeños. Así que una forma de trato digna de un humano es no tener la mascota que su capricho le dicte, sino la que le convenga y a la vez la que no sufra con la convivencia del «racional» en ciertos ambientes.

Después viene el tema de la seguridad y la economía. Un animal seguro y dignamente tratado, merece ser vacunado, cuidado de sus afecciones, mantenido limpio porque si no, es peligroso para otros animales y para los vecinos. No olvidemos que el Código Civil permite demandar a quien sufre un perjuicio de un animal doméstico que es propiedad de un tercero.

También están las ordenanzas. La famosa «palita y la bolsita» se puede ver simplemente un rasgo de educación, pero también una obligación legal, que de no cumplirse merece multa. Como el tema da para largo, debemos tener en cuenta que en un edificio de departamentos las mascotas de cada uno son «legales» en la medida en que el reglamento las admita. Debe evitarse toda molestia y perjuicio al vecino que tiene otra mascota o no tiene ninguna, porque el daño hecho a un animal del vecino por «mi mascota», es también un daño indemnizable.

Así que la ley, que está hecha por los «animales racionales» también conocido como humanos, también se ocupa de los «irracionales» que son muchas veces nuestra compañía, nuestros consuelo, o nuestra molestia, cuando el «racional» que lo tiene no se comporta «racionalmente».

Es muy bueno «envecinarse». Así que hagamos parte de nuestra vecindad a las mascotas que tengamos, cuidando de ellas, de sus derechos y de los derechos ajenos. Con eso, San Telmo será también, cada día, un poquito mejor para todos. Ojalá que también para las mascotas.

Dario Mosso es vecino de San Telmo y abogado.

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