LA JUNTA DE REPRESENTANTES DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Fue la primera institución de su tipo en el inestable territorio de las Provincias Unidas y, durante sesenta años, sesionó en la Manzana de las Luces.

La situación político-administrativa del país hacia 1820.

El Congreso de Tucumán si bien sesionó en esa ciudad entre el 24 de marzo de 1816 y el 16 de enero de 1817, se trasladó posteriormente a Buenos Aires donde reanudó su actividad el 12 de mayo de 1817. En esta segunda sede produjo un Reglamento Provisorio para la dirección y administración del Estado y, el 22 de abril de 1819 proclamó la Constitución de las Provincias Unidas de Sud-América. El carácter centralista de la misma dio origen a una serie de acciones y reacciones (desconocimiento por parte de las provincias, motín de Arequito, batalla de Cepeda, firma del Tratado del Pilar, etc.) que condujeron a la disolución de las Provincias Unidas y a la reorganización de los territorios del interior, la mayor parte de ellos herederos de las intendencias virreinales. Como consecuencia de ello, se suman nuevas provincias a las ya existentes Salta, Córdoba y Corrientes (creadas en 1814) y Santa Fe (creada en 1815). La Rioja se separa de Córdoba en 1820 y lo mismo hacen Mendoza, San Juan y San Luis durante ese año. Catamarca y Santiago del Estero se separan en 1821 de la República de Tucumán (fundada en 1819 por Bernabé Aráoz) y se constituyen en estados provinciales. Tucumán -ese mismo año- toma finalmente la condición de provincia. Entre Ríos, que se separa primero como República (por voluntad de Francisco Ramírez, en 1820) toma estatus provincial también en 1821.

División político-administrativa entre 1810 y 1816(a), 1816 y 1820(b) y 1820-1825(c). Debe tenerse en cuenta que los límites, tanto entre estados nacionales como provinciales, eran en aquella época mucho más difusos de lo que su representación en estos mapas pueda hacer pensar. Fuente: http://servicios.abc.gov.ar/lainstitución/panoramahistorico/1816-1820.htm

División político-administrativa entre 1810 y 1816 (a), 1816 y1820 (b) y 1820-1825 (c). Debe tenerse en cuenta que los límites, tanto entre estados nacionales como provinciales, eran en aquella época mucho más difusos de lo que su representación en estos mapas pueda hacer pensar.

Fuente: http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/panoramahistorico/1816-1820.htm

La creación de la Provincia de Buenos aires

En este marco de desagregación territorial la proclamación de la soberanía de la provincia de Buenos Aires tiene lugar el 11 de febrero de 1820, como consecuencia de la caída de José Rondeau y la asunción del poder por parte del Cabildo. La recién nacida provincia reclama como propios los territorios que se extienden desde la costa atlántica hasta la cordillera de los Andes y desde el Arroyo del Medio hacia el sur, incluyendo la Patagonia y las Islas Malvinas, continuando -en gran parte- la tradición cartográfica de la Intendencia. La realidad, sin embargo, era muy diferente: la ocupación efectiva del territorio apenas alcanzaba al río Salado por el sur y hacia el noroeste no llegaba mucho más allá del sur de la provincia de Córdoba.

Matías de Irigoyen (1781-1839) fue el último gobernador de la Intendencia de Buenos Aires y el primer gobernador de la Provincia.

Matías de Irigoyen (1781-1839) fue el último gobernador de la Intendencia de Buenos Aires y el primer gobernador de la Provincia.

Sus autoridades máximas ostentaban el flamante cargo de Gobernadores Provinciales (el anterior era de Gobernador Intendente, en razón de que Buenos Aires era Intendencia), pero los primeros duran muy poco en él. El último gobernador intendente y primer gobernador provincial, Matías de Irigoyen, lo ejerce entre el 11 y el 18 de febrero, cuando es reemplazado por Manuel de Sarratea, cuyo mandato se prolonga solo hasta el 6 de marzo, desencadenándose luego una serie de interinatos y reemplazos que pone en evidencia lo profundamente caótico de las circunstancias políticas de la época. Entre el 11 de febrero y el 20 de septiembre se contabilizan media docena de cambios en el poder ejecutivo, con alternancia de nombres nuevos y otros que se repiten.

La situación se estabiliza con la llegada al poder de Martín Rodríguez, quien ejerce el cargo entre el 20 de septiembre de 1820 y el 2 de abril de 1824, iniciando un período de relativa estabilidad (sobre todo si se lo compara con los tiempos precedentes) y de modernización y creación de instituciones adecuadas para el funcionamiento de la provincia (o del país… si se tiene en cuenta el proyecto al cual adherían y para el que trabajaban Martín Rodríguez y sus aliados políticos, entre los que se destaca la figura de Bernardino Rivadavia, su ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores).

Juan Ramón Balcarce (1773-1836) fue dos veces gobernador intendente de Buenos Aires y dos veces gobernador provincial.

Juan Ramón Balcarce (1773-1836) fue dos veces gobernador intendente de Buenos Aires y dos veces gobernador provincial.

La Junta de Representantes de Buenos Aires

La Junta de Representantes se crea en marzo de 1820, siendo sus miembros designados por el Cabildo. En principio, funciona paralelamente a este último (que tenía jurisdicción no solo sobre la ciudad, sino también sobre la campaña), hasta que el 24 de diciembre de 1821 se suprimen los dos cabildos existentes en la provincia (Buenos Aires y Luján) y, en este nuevo orden de cosas, la ciudad será administrada por la Junta y las autoridades provinciales.

Fachada del edificio en el que funcionó el Real Consulado de Buenos Aires, propiedad de Gaspar de Santa Coloma. Allí sesionó la Junta de Representantes en 1820 y 1821.

Fachada del edificio en el que funcionó el Real Consulado de Buenos Aires, propiedad de Gaspar de Santa Coloma. Allí sesionó la Junta de Representantes en 1820 y 1821.

La Junta se instaló inicialmente en el edificio del Consulado, pero requería para su funcionamiento eficiente nuevos espacios y, sobre todo, un recinto adecuado a la importancia simbólica que se otorgaba a la misma. En este sentido el gobierno comisiona al arquitecto francés Próspero Catelín la construcción de una nueva sala, asignándole para ello una parte de las antiguas casas redituantes en la Manzana de las Luces (véase El Sol de San Telmo, edición de enero de 2022). Sus principales funciones eran legislativas, pero también se ocupaba de la designación del Gobernador y del control de su gestión y de los temas presupuestarios. La Junta de Representantes estuvo -inicialmente- constituida por 12 miembros (elegidos por el Cabildo), que luego fue aumentando por diferentes razones y se la considera el primer antecedente de la actual Legislatura provincial.

Los representantes (que no cobraban sueldo) debían ser vecinos permanentes de la provincia y contar con propiedades y medios de sostenimiento propios. Esto, naturalmente, limitaba las candidaturas a miembros de las clases pudientes de la sociedad porteña y provincial, por lo que la Junta fue también el espacio en el que, discutir sus rivalidades de grupo, sus proyectos políticos y económicos y dirimir sus conflictos de intereses -en muchos casos- prevalecían sobre los intereses generales.

La Junta, más allá de las imperfecciones asociadas al contexto político-social en que se produce su creación, constituyó un avance en la implementación de instituciones políticas que representaran al pueblo (téngase en cuenta que el concepto de “pueblo” de la época era bastante más restrictivo que el actual). Aun así, por carencia de tradición participativa y/o por un cierto y comprensible desengaño con respecto al desempeño de los candidatos, la mayor parte de la ciudadanía habilitada para el sufragio no acudía a los actos eleccionarios.

A comienzos de agosto de 1821 la Junta se declara “extraordinaria y constituyente” y con este objetivo duplica el número de miembros y establece el plazo de un año para que se redacte la Constitución Provincial. Sin embargo pasaron más de diez años -en 1833, durante la gobernación de Juan Ramón Balcarce- para que se presentara el primer proyecto, que no fue aprobado. Recién en 1854, en tiempos del Estado de Buenos Aires, la provincia promulgaría su primera Constitución.

Entre las acciones que merecen destacarse en este primer período de funcionamiento pueden mencionarse: el tratamiento de la reforma religiosa y las leyes del olvido, de enfiteusis, de libertad de imprenta, de seguridad individual y también la contratación del empréstito gestionado por la Baring Brothers. En 1826, como consecuencia de la reorganización político-administrativa que impone el Congreso Constituyente, la Junta es disuelta… pero será por poco tiempo.

José Sellés-Martínez

Instituto de Investigaciones Históricas

de la Manzana de las Luces

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